Desperté una mañana sabiendo que conocería a alguien y fui a trabajar sin saber en dónde estaría trabajando.

-“Vas a entrevistar a alguien” – Se me dijo.

-“Está bien”- Respondí.

No es la primera vez que entrevisto a alguien, pero no es algo que haga todos los días, y honestamente, creo que se nota. No soy especialmente extrovertido y poner el peso de una conversación en mis hombros puede abrumarme un poco. Eso es aparte de que la actividad por si misma es bastante surreal para mí. Fui a casa de un desconocido a hacerle preguntas sobre su trabajo y su vida. ¿Han tratado de hablar con alguien mientras buscan una historia que contar?

Nos tomó un poco de tiempo encontrar el lugar de la reunión. Martín Ramirez — Dueño de Cabo Shuttle Services— nos recibió en su hogar. El busca publicidad para su empresa, yo estoy buscando algo que valga la pena escribir. Amablemente nos guía hacia su sala, en donde conocimos a algunos miembros de la familia, y como viejos conocidos, tomamos asiento en el comedor.

Me encuentro perdido en mis pensamientos mientras las personas a mi alrededor hablan sobre términos y contratos, cual niño sentado en la mesa de los adultos. Solo contemplo una impresionante vista de Cabo San Lucas, preguntándome como llegue a estar sentado aquí, contemplando qué debería preguntar. Con un repentino cambio en el ritmo de la conversación escucho mi nombre, mi block de hojas amarillas está frente a mis ojos, hay una persona del otro lado de la mesa, sonriente. Martin me pide empezar con la entrevista.

Sin saber cómo yo llegué aquí pregunto sobre el camino que lo puso a él en este lugar, hablamos sobre valores y principios, sobre un hombre que empezó sin nada. Escucho atento el relato de un hombre que pudo hacer algo de lo que yo nunca fui capaz, solamente hacer su trabajo. Siempre me reclamé a mí mismo el tener una idea detrás de mis palabras, una razón detrás de un texto, darle un significado a mi trabajo. Pero el hombre frente a mi sólo se preocupó por hacer su trabajo, y por hacerlo bien. Me platica sobre libros que lo inspiraron, sobre viejos amigos que lo ayudaron allegar al lugar en el que se encuentra ahora. Escucho y escribo, hojas amarillas son rápidamente cubiertas de pequeñas notas, sobre carros, sobre una carrera como beisbolista, sobre negocios y Covid, Sobre una vida que le pertenece al hombre sentado frente a mí.

Tengo mi historia.

Él le dio la bienvenida a un joven a su casa, dejó que este desconocido se sentara en su sala y le hiciera preguntas sobre su vida, ¿Han hablado con alguien cuyo trabajo es escribir sobre lo que platicas?  Martín lo hizo con confianza y amabilidad, con una sonrisa. Sin mucho más de qué hablar, cerramos la conversación, mi block de notas regresó a mi mochila. y seguí sentado frente a una hermosa vista, y el hombre frente a mí ya no era un desconocido.

Regresé a casa habiendo conocida a alguien y con trabajo por hacer.